comer para gestionar el stress

COMER PARA GESTIONAR EL ESTRÉS

Tabla de contenidos:

¿Cómo comer para potenciar tu neurotransmisor de modulación?

Vivimos en un mundo de constante activación, pero todos sabemos la importancia de poder parar cuando toca. Habrás notado la frustración que uno siente o que pueden sufrir los que nos rodean cuando nos sentimos incapaces de frenar nuestra actividad o, por lo menos, llevarla de la mejor manera posible. Nuestros neurotransmisores de modulación son los que nos ayudarán a gestionar las situaciones de estrés, ya sea permitiendo aguantar el ritmo o ralentizarlo hasta parar.

Si ya has hecho el DAGGAStest, sabrás a cuál de estos 3 neurotransmisores tienes más sensibilidad. Como nutricionista del equipo DAGGAS, te contaré los hábitos alimentarios que más te interesan para que no te falte tu modulación concreta.

¿Eres un GABAérgico? 

Sería muy interesante que te familiarizaras con la dieta cetogénica. La cetosis es un estado metabólico en el cual tu cuerpo está usando grasas como fuente principal de energía por encima de la glucosa. ¿Cómo se consigue esto?  ¡Pues comiendo más grasas y casi nada de carbohidratos! 

Los alimentos ricos en grasas son: mantecas y aceites de calidad, aguacate, coco, aceitunas y cacao. Junto con proteínas, las encontramos en frutos secos, semillas y alimentos de origen animal (carne, pescado, marisco, huevos y lácteos enteros). 

La presencia de cuerpos cetónicos, resultantes de usar grasas como combustible principal, estimulan una enzima que se llama glutamato decarboxilasa (GAD) que se encarga de transformar el glutamato presente en la dieta a GABA. También se puede alcanzar un estado cetogénico con ayunos o simplemente, espaciando las comidas – hábito muy aconsejable para los que, a demás, sean sensibles a adrenales.

Los alimentos ricos en el aminoácido taurina también potenciarán tu condición por lo que se aconseja un consumo regular de pulpo, calamar, sepia, marisco, caballa, salmón, cordero, hígado, parte oscura de la carne de pollo, avellanas, soja, almendras, garbanzos, lentejas, alubias, habas y semillas de calabaza.

Los alimentos fermentados, ricos en probióticos, también, te los aconsejaría. En este último grupo encontrarás los encurtidos como pepinillos o chucrut, por ejemplo, y los alimentos como queso, yogur o kéfir, kombucha, miso, miel cruda o kimchi. Si buscamos su función probiótica será importante que realmente sean fermentados (y no conservas en vinagre) y procurar que no los hayan pasteurizado después de la fermentación.

¿Tus resultados indican que la acetilcolina es tu principal modulador?

Es muy sencillo, pero no por ello, menos efectivo. Nutre a la fuente de tu neurotipo con alimentos ricos en colina. En esta lista, encontramos a los huevos, la carne roja, el hígado y los riñones, el pollo, el pescado azul salvaje, el bacalao, el marisco y los caldos de huesos.

Si llevas una dieta vegetariana ¡que no cunda el pánico! Hay opciones para ti también. Encontrarás colina en alimentos como la hierba de trigo, los frutos secos, el sésamo, las semillas de girasol, todas las verduras crucíferas, las legumbres, los cereales integrales y la levadura de cerveza.

Hay especias y hierbas aromáticas que te ayudarán a no agotar este preciado neurotransmisor como el tomillo, el romero, el comino, la ortiga y el diente de león.

Otros alimentos que ayudarían a evitar que nuestro cuerpo elimine la Acetilcolina (y por lo tanto, se mantenga en buenos niveles en nuestro cuerpo), serían el regaliz, el kiwi y todos los alimentos ricos en polifenoles (fruta, verdura, vino, café, té y cacao).

Aunque el tema de los suplementos lo dejamos para otro post, te adelanto que la jalea real es muy rica en colina, también.

¿Eres especialmente sensible al a serotonina?  

Será importante cuidar de que nunca te falte los aminoácidos triptófano (presente en requesón, pavo, huevos, aguacate, plátano, vainilla, cacahuetes y semillas de chía, entre otros) y glicina (presente en la carne de cerdo o ternera, la algarroba, frutos secos y las espinacas, por citar solo unos cuántos).

Tú podrás llevar una dieta más rica en carbohidratos en comparación con tus compañeros GABAérgicos y colinérgicos pero, en cambio, te aconsejaría que estos carbohidratos vengan de tubérculos, hortalizas y cereales sin gluten, ya que se ha visto que el gluten puede bloquear los canales de Serotonina y dar síntomas como si hubiera un déficit de esta. Así pues, sería mejor que evitaras especialmente el trigo. En menor cantidad también contienen gluten cualquier variedad antigua de trigo (como el kamut o la espelta, por ejemplo), el centeno, la cebada, la escanda y la avena (al menos que especificase que es avena sin gluten).

Cuando normalmente las cenas pueden ser exentas de carbohidratos, siendo sensible a la serotonina, incluir algo de arroz integral en grano o alguna verdura de raíz como zanahoria y calabaza por la noche puede ayudarte a relajarte muchísimo después de un día a tope y a dormir mejor, ya que Serotonina también es imprescindible para la fabricación de Melatonina, la hormona del sueño y la reparación.

Eso sí, a igual que los sensibles al GABA, los alimentos probióticos ayudarán a potenciar tu capacidad de modular tus neuronas.

Una reflexión final:

Verás que hay recomendaciones muy personalizadas según tu sensibilidad a los neurotransmisores.  Para obtener unas pautas personalizadas, echa un vistazo a los otros productos de nutrición que ofrecemos en la página web de DAGGAS, los cuales te guiarán para sacar lo mejor de tu neurotipo a través de la alimentación.

Y si quieres saber qué alimentos pueden ayudar a potenciar tus neurotransmisores de activación, lee este otro artículo del blog: Comer para activarte.

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DAGGAS - Despertando Neuronas